Los desarrolladores de bienes inmuebles asumen un rol en el capital privado
No hay nada fuera de lo común en que un jugador del espacio de capitales privados decida apuntar a los bienes inmuebles comerciales con un nuevo fondo. En este caso, la empresa de capitales privados se convierte también en desarrollador.
Al. Neyer, una empresa desarrolladora de bienes inmuebles comerciales y de servicios de diseño y construcción de 125 años de antigüedad con oficinas en Cincinnati, Ohio; Pittsburgh, PA; Raleigh, NC, y Franklin, TN, acaba de cerrar su primer fondo de inversión de bienes inmuebles.
La empresa, con contratos de construcción por un monto de $808.8 desde 2018 y 22 proyectos solo en 2020, recaudó $110 millones a partir de 105 inversores. Espera financiar $300 millones en proyectos industriales de clase A. Neyer piensa recurrir al endeudamiento junto con capital, según un informe de Cincinnati Business Courier.
“Hasta ahora, Al. Neyer salía a la búsqueda de capital para cada proyecto particular”, la empresa le comenta a GlobeSt.com. “En los últimos años, la empresa ha tenido un crecimiento explosivo; se convirtió en una empresa 100% propiedad de sus empleados en 2014 y se expandió a Nashville en 2015 y a Raleigh en 2019”.
La empresa tiene 20 proyectos en desarrollo que podrían dar lugar a 12 millones de pies cuadrados en espacio industrial, a raíz de la demanda de comercio electrónico y manufactura. Neyer espera “distribuir todo el capital en un plazo de 12 a 18 meses y piensa entregar más fondos una vez que se haya distribuido todo el capital”.
Neyer no es el único desarrollador de bienes inmuebles con un capital privado creciente. Boundary Cos., una empresa con base en Bethesda, Maryland y fundada en 2014, anunció que cerró su primer fondo de inversión el mes pasado. Si bien Boundary no divulgó el monto del fondo, manifestó que esperaba conseguir $300 millones en inversiones.
El capital privado ha sido por mucho tiempo una fuente de capital para desarrolladores, diseñadores y constructores. Aunque es habitual que las empresas recauden su propio dinero, Peter C. Lewis, presidente de Wharton Equity Ventures, le comenta a GlobeSt.com, “estamos observando un poco más de tracción”.
Un motivo es el interés financiero propio, tanto de las empresas de bienes inmuebles como de los inversores. Sin intermediarios de capital privado, la empresa recibe más de la ganancia y el hecho de que la cantidad de socios sea limitada propicia una menor dilución de los fondos invertidos.
Es probable que proyectos como los de Neyer y Boundary sean atractivos debido a su naturaleza específica. “Las inversiones también deben estar muy focalizadas en sectores que probablemente se destaquen”, Paul Getty, CEO de First Guardian Group, le comenta a GlobeSt.com. “Ambos fondos apuntan a sectores muy populares, centros de distribución y almacenamiento de última instancia, que también puede ser un tipo de centro de distribución para minoristas más pequeños y negocios familiares”.
“Muchas empresas que hacen (gestión de propiedades, gestión de obras, desarrollo) dicen: ‘Si podemos hacer todo eso, ¿por qué no podemos entrar en el juego de los fondos también?’” Marc Feigelson, codirector del grupo de asesoramiento de la industria de bienes inmuebles y construcción en la empresa de contabilidad y consultoría Kaufman Rossin, le explica a GlobeStreet.com.:
“Los operadores de bienes inmuebles son cada vez más inteligentes”, dice Lewis. “Están llegando a la conclusión de que es mejor hacer todo esto internamente”.
Marc Feigelson, CPA, is a Chief Financial Officer at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.