Ahorra en impuestos al invertir en bienes raíces en Miami

Los inversionistas extranjeros encuentran en el Sur de la Florida un verdadero paraíso con lo que respecta a la compraventa de bienes raíces. Sin embargo, muchos de estos empresarios no están muy familiarizados con las leyes de impuestos federales y estatales, lo que pudiera llevarlos a perder muchísimo dinero. Hablamos con Carlos Somoza (socio de impuestos internacionales en la firma Kaufman, Rossin) experto en el tema, y nos dio algunas directrices para empezar.

Infórmate antes de firmar. Es importante planificar bajo qué nombre quedará inscrita la propiedad. Somoza (el socio) explica: “La propiedad puede quedar a nombre del comprador, el comprador en conjunto con su esposa, una corporación doméstica, extranjera o un fideicomiso, y cada caso pudiera tener sus ventajas o desventajas con lo que respecta a los impuestos”.

El Impuesto sobre la Renta. Tanto los ciudadanos residentes como los no residentes en Estados Unidos deben pagar impuestos por concepto de ingresos. Los diferentes tratados para el gravamen de impuestos con varios países extranjeros, pudieran evitar la doble imposición.

Sin embargo, una buena asesoría sabrá responder a cuestiones como si los ingresos de alquiler están sujetos a impuesto sobre la renta en su país, así como en los Estados Unidos; si ciertos gastos serán deducibles, y si la ganancia por la venta de la propiedad se gravará en más de un país.

Estatus Migratorio. El número de días que un inversionista extranjero permanece en territorio estadounidense puede tener un impacto a la hora de determinar cómo serán fiscalizados los ingresos de su inversión en bienes inmuebles. “Factores como si el inversionista ha estado presente físicamente 183 días o más en Estados Unidos, por lo menos 31 días o menos de 183, o si ha sido legalmente admitido como residente con una “Green Card”, son fundamentales para determinar cómo se gravará a dicha persona”, explica Somoza.

La Retención de FIRTPA. Esta ley llamada en inglés Foreign Investment in Real Property Tax Act of 1980, es una ley impositiva que grava un impuesto a la ganancia a los extranjeros que venden propiedades o intereses en bienes raíces en los Estados Unidos. Cuando un extranjero vende un bien inmueble, se le retiene un 10% del precio al que está cerrando la venta.

Al finalizar el ańo impositivo tiene derecho a solicitar al IRS (Internal Revenue Service, por sus siglas en inglés) un reembolso de la retención o parte de la misma, sujeto y de acuerdo con la declaración de impuestos del vendedor.

De esa forma el IRS se asegura que el inversor extranjero cumpla con el pago de los impuestos de las ganancias sobre el inmueble. Los alquileres también están sujetos a una retención del 30% del monto bruto de las rentas. Sin embargo, hay muchas excepciones y de ahí la importancia de una ayuda legal.

Sociedades extranjeras. “La compra de bienes raíces por medio de una sociedad extranjera puede excluir del impuesto de sucesiones, debido a una herencia o donación. Esta estructura puede tener como resultado un alza en el impuesto sobre la renta cuando el beneficiario venda la propiedad. La presión fiscal pudiera reflejar un combinado de los impuestos federales y estatales por un total de hasta el 38 por ciento”, asegura el socio.

Cada caso es diferente, pero estos 5 puntos te ayudarán a realizar un análisis primario de la inversión. La Florida se ha transformado en un mercado muy atractivo pero una buena asesoría legal, pudiera darte la garantía de que estas tomando la dirección correcta.

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Carlos A. Somoza, JD, LL.M., is a International Tax Principal at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.